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viernes, 13 de abril de 2007

COMENTARIO :KAFKA

KAFKA


Kafka constituye un fenómeno único en la historia de la literatura. De pocos escritores se sabe tanto; numerosos simposios de germanistas, judaístas o de filósofos han estudiado su vida y obra hasta en los más recónditos detalles; el saber acerca de Kafka es inmenso, difícil de abarcar aun para el especialista. En 1977 Theo Elm calculó alrededor de 11.000 opiniones de expertos sobre la obra de Kafka. Los coloquios sobre Kafka suelen derivar en auténticas orgías interpretativas. No obstante, esta obra sigue siendo un enigma. No deja de causar perplejidad el abismo existente entre el saber acumulado, una auténtica Torre de Babel de conocimientos, y las pocas certezas que este saber proporciona.Tal vez por esta razón la obra de Kafka mantiene su vigencia, atrae a especialistas y profanos con una fuerza inusitada. Sin embargo, esta complejidad y este halo misterioso de la obra repercuten de manera distinta en los lectores. Los especialistas, por una parte, cada vez ponen listones más altos para la comprensión de la obra de Kafka: el dominio de las mil teorías que interpretan sus obras, la profundización en la Cábala, en el psicoanálisis, el sionismo, la filosofía preexistencialista etc., y, por otra parte, están aquellos que afirman un acceso directo y personal a la obra, siguiendo, por lo demás, las instrucciones del mismo Kafka, que escribía a Felice Bauer: "La verdad interna de un relato no se deja determinar nunca, sino que debe ser aceptada o negada una y otra vez, de manera renovada, por cada uno de los lectores u oyentes". Esta perspectiva colisiona frontalmente con la intención de aquellos especialistas que desean encontrar un principio fundamental, una fórmula mágica que sirva de llave universal para la interpretación de los escritos kafkianos, resistentes hasta el día de hoy a toda fijación hermenéutica.Por añadidura, y para mayor confusión del lector profano, los intérpretes han formado escuelas, por no denominarlas sectas, que cultivan un aislacionismo combativo frente a otras teorías y análisis.No obstante, ya parece haber transcurrido el primer periodo interpretativoen el que se intentó reducir la obra kafkiana a un principio rígido.
Las intenciones de Max Brod de convertir a Kafka en un pensador sionista fueron rebatidas limpiamente por Walter Benjamin; las interpretaciones psicoanalíticas han resultado insostenibles. Intentos sistematizadores, como el de Wilhelm Emrich en su obra Franz Kafka, parecen demasiado perfectos para ser ciertos y despiertan la impresión de que la obra de Kafka, como un enorme espejo mágico, se limita a reflejar el espíritu del intérprete. Pero si la obra kafkiana evoca la célebre "interpretación infinita", no se puede renunciar, sin embargo, a la búsqueda de un sentido que explique su actualidad. Así, la editorial Valdemar ha querido contribuir a la comprensión de los distintos motivos que inciden en esta obra universal con la publicación de El proceso (2000), tomando en consideración los últimos avances de la investigación, y del volumen Aforismos, visiones y sueños de Franz Kafka (1998), en el que se realiza una sistematización de diversos textos kafkianos bajo determinados epígrafes, correspondientes a los temas fundamentales que han fertilizado su obra. Estos temas, a su vez, proceden de los distintos ámbitos de la investigación. Por ejemplo, el judaísmo de Kafka y la problemática en torno a la Ley y la Cábala han sido investigados por Gershom Scholem y K. E. Grözinger; Walter Benjamin se ocupó primordialmente de las implicaciones sociales y de la frontera entre nihilismo y religión en el pensamiento kafkiano. Estos aspectos, entre otros, son imprescindibles para acercarse a la obra de Kafka, pero no excluyen una lectura subjetiva, simplemente amplían los horizontes del lector. Como manifestó Vladimir Nabokov en su Curso de literatura europea, para leer a Kafka sólo se necesita cierta sensibilidad literaria, poseer la capacidad de trascender la realidad objetiva, de percibir lo indefinible, en definitiva no reducir, por ejemplo, La metamorfosis a la historia de un pobre diablo que se convierte en escarabajo. Ésa es la "célula" o el "gene", como se expresó Nabokov, que ha creado la literatura y que la mantiene en vida.La obra de Kafka ha sido definida como un instrumento ideal para el conocimiento de lo oculto. Esta sensibilidad, que permite captar complejos aspectos de la existencia y expresarlos, se fundamenta en un conocimiento profundo de las múltiples formas en que se manifiesta el poder, en un instinto sutil orientado hacia el discernimiento de lo justo y lo injusto y en un amor insobornable a la verdad. En Kafka encontramos un espíritu penetrante, pero además unas circunstancias únicas.No sólo pertenecía a una minoría por ser judío, sino también por pertenecer a la minoría de habla alemana (un 10% de la población checa). Pero a su vez pertenecía a otra minoría, pues la nación checa representaba un papel modesto en el imperio de los Habsburgo. En realidad no era ni alemán, ni checo, ni austríaco, ni judío, pero era discriminado, o su situación se veía afectada, por hablar alemán, por ser judío y por ser checo. Una existencia tan compleja tenía que desembocar en una crisis de identidad y, al mismo tiempo, en una intensificación de la capacidad perceptiva. No es de extrañar, pues, que Kafka se haya convertido en un símbolo de la inseguridad del individuo en el mundo moderno, de los problemas existenciales y anímicos, de la desolación, de la desesperanza y del desarraigo. Muchos lectores se han identificado con su personalidad atormentada, se han reconocido en su actitud desesperada, pero en esta valoración se olvida un aspecto importante de la obra de Kafka, sobre el que su amigo Urzidil llamó la atención poco después de su muerte, y que no se puede ignorar o dejar que desaparezca bajo el manto del pesimismo y de la angustia. Hablamos del insobornable realismo de Kafka y de su gran ironía, de un humor que posee una fuerza de penetración extraordinaria, capaz de desenmascarar lo falso e inauténtico en la existencia humana. Este realismo y humor, esta ironía, no se puede olvidar, también se encuentran en la obra de Kafka. Forman parte de su estrategia para afrontar una existencia que para él había perdido todo sentido racional e irracional.
En los recuerdos de Gustav Janouch sobre Kafka se encuentra un curioso pasaje sobre uno de los autores predilectos del autor praguense, me refiero a G. K. Chesterton, el creador del Padre Brown y el autor de ensayos en defensa de la fe católica. Para Kafka, en una época impía e irreligiosa como la suya, sólo quedaba la jovialidad como remedio contra la desesperación. Por esta razón le gustaba la obra de Chesterton, porque era tan jovial que casi se podía creer que había encontrado a Dios.Mucho se ha discutido entre los especialistas sobre el sentido de la obra de Kafka, ante todo sobre la posibilidad de encontrar un hilo conductor que nos lleve a través de sus textos procurándoles un ordenamiento lógico, tanto desde una perspectiva temática como biográfica.Por desgracia, no se ha llegado aún a una solución satisfactoria. Sin embargo, en Kafka se dan determinadas circunstancias básicas que iluminan, aunque tenuemente, sus escritos. Nos referimos a la tenacidad con que escribía. En pocos escritores encontramos esta hipertrofia de la voluntad, esta obsesión por confundir su ser mismo con la literatura.Se ha hablado de su egocentrismo a la hora de escribir. Y, efectivamente, Kafka apenas escribía para los demás, ante todo escribía para sí mismo.Con esta actividad pretendía otorgar un sentido a su "existencia vacía". Es posible que escribir cumpliese para Kafka en algunos momentos de su vida una función terapéutica, pero no llevemos demasiado lejos esta extendida opinión, escribir también supuso un esfuerzo excepcional que consumió todas sus energías. En Kafka se cumple el mandamiento nietzscheano de "escribir con sangre". Todo lo que obstruía o impedía su dedicación plena a la literatura fue considerado un estorbo, una tortura: la familia, la profesión, el matrimonio.Kafka consideraba la literatura como su forma de existencia natural, pero, en colisión con su vida profesional y familiar, una forma de existencia imposible. A Rudolf Steiner, el fundador de la antroposofía, le confesaba: "No sólo a causa de mis relaciones familiares, tampoco podría vivir de la literatura a causa de la lentitud con que se originan mis obras y de su carácter tan especial; además, mi salud y mi carácter me impiden llevar una vida que, en el mejor de los casos, sería incierta. Por esta razón soy un funcionario en una compañía de seguros. Sin embargo, estas dos profesiones nunca podrán ser compatibles y permitir una felicidad conjunta. La mayor felicidad en la primera supondría la mayor desgracia en la segunda". Así pues, Kafka se definía como una existencia imposible que sólo adquiría sentido en la labor imposible de escribir. Ni su existencia profesional, ni personal, ni familiar, ni literaria poseían un punto de anclaje, su situación sólo se puede explicar como un desarraigo radical. Sus intentos por emanciparse de la familia y dedicarse plenamente a la literatura no eran más que, imitando el estilo heideggeriano, "el arraigo en el desarraigo". Esta tensión anímica le proporcionó la sensibilidad necesaria para, intencionadamente o no, describir en un ámbito literario la transición de la metafísica al nihilismo, la ruptura definitiva de este mundo con la Verdad...


LINKS

Wikiquote alberga frases célebres de o sobre Franz Kafka.
Relatos de Kafka
El álbum de Franz Kafka
Franz Kafka en Chequia.cz

LISTADO OBRAS DE KAFKA:

DESCRIPCION DE UNA LUCHA (1904)
CABALGATA
PASEO
EL GORDO
HUNDIMIENTO DEL GORDO
PREPARATIVOS PARA UNA BODA EN EL CAMPO
LOS AEROPLANOS DE BRESCIA (1909)
MUCHO RUIDO (1911)
DISCURSO SOBRE LA LENGUA YIDDISCH (1912)
LA CONDENA (1912)
AMERICA (1912)
EL FOGONERO
EL TÍO
UNA QUINTA EN LAS AFUERAS DE NUEVA YORK
CAMINO A RAMSÉS
BOTE OCCIDENTAL
EL CASO ROBINSON
UN ASILO
EL GRAN TEATRO INTEGRAL DE OKLAHOMA
LA METAMORFOSIS (1912)
CONTEMPLACIÓN (1913)
NIÑOS EN LA CARRETERA
DESENMASCARAMIENTO DE UN EMBAUCADOR
EL PASEO REPENTINO
RESOLUCIONES
LA EXCURSIÓN A LA MONTAÑA
DESGRACIA DE SOLTERO
EL COMERCIANTE
CONTEMPLACIÓN DISTRAÍDA
CAMINO A CASA
TRANSEÚNTES
EL PASAJERO
VESTIDOS
LA NEGATIVA
REFLEXIONES PARA JINETES
LA VENTANA A LA CALLE
EL DESEO DE SER PIEL ROJA
LOS ÁRBOLES
DESDICHA
EL PROCESO (1914)
EN LA COLONIA PENITENCIARIA (1914)
EL MAESTRO DE PUEBLO (EL TOPO GIGANTE)
BLUMFELD, UN SOLTERÓN (1915)
UN MEDICO RURAL (1916)
UN MÉDICO RURAL
EL NUEVO ABOGADO
EN LA GALERÍA
UN VIEJO MANUSCRITO
ANTE LA LEY
CHACALES Y ÁRABES
UNA VISITA A UNA MINA
LA ALDEA MAS CERCANA
UN MENSAJE IMPERIAL
PREOCUPACIONES DE UN JEFE DE FAMILIA
ONCE HIJOS
UN FRATRICIDIO
UN SUEÑO
INFORME PARA UNA ACADEMIA
LA MURALLA CHINA Y OTROS RELATOS (1918)
LA MURALLA CHINA
EL ESCUDO DE LA CIUDAD
DE LAS ALEGORÍAS
¡OLVÍDALO!
UNA PEQUEÑA FÁBULA
POSEIDÓN
LA PARTIDA
UNA CRUZA
EL CAZADOR GRACCHUS
FRAGMENTO PARA EL CAZADOR GRACCHUS
UN GOLPE A LA PUERTA DEL CORTIJO
EL PUENTE
DE NOCHE
EL TIMONEL
EL TROMPO
UNA CONFUSIÓN COTIDIANA
EL JINETE DEL CUBO
EL MATRIMONIO
EL VECINO
LA PRUEBA
ABOGADOS
REGRESO AL HOGAR
COMUNIDAD
EL BUITRE
EL
PROMETEO
EL SILENCIO DE LA SIRENAS
LA FATIGA
DE LA MUERTE APARENTE
LA VERDAD SOBRE SANCHO PANZA
LA CONSTRUCCIÓN
INVESTIGACIONES DE UN PERRO
CARTA AL PADRE (1919)
EL CASTILLO (1922)
UN ARTISTA DEL HAMBRE (1923)
UNA MUJERCITA
UN ARTISTA DEL HAMBRE
UN ARTISTA DEL TRAPECIO
JOSEFINA LA CANTORA
CONSIDERACIONES ACERCA DEL PECADO

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