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jueves, 24 de enero de 2013

Bombardeos aéreos de Barcelona en marzo de 1938 Bombardeos aéreos de Barcelona Campaña de Levante - Guerra Civil Española

Bombardeos aéreos de Barcelona en marzo de 1938
Bombardeos aéreos de Barcelona
Campaña de Levante - Guerra Civil Española


Fecha 16 - 18 de marzo de 1938
Lugar Barcelona, España
Resultado La ciudad de Barcelona sufre graves daños.
Beligerantes
 Reino de Italia República Española
Comandantes
 Benito Mussolini Andrés García Lacalle
Bajas
- • 880-1300 muertos
• 1500-2000 heridos
• 126 edificios destruidos o dañados


Guerra aérea durante la
Guerra Civil Española

Para otros usos de este término, véase Bombardeo de Barcelona.
De los bombardeos en la Guerra Civil Española, los bombardeos aéreos de la ciudad de Barcelona en marzo de 1938, que tuvieron lugar los días 16, 17 y 18 y fueron efectuados por parte de la Aviación 1.Legionaria italiana desde sus tres bases en Mallorca (Islas Baleares), fueron posiblemente los más terribles, causando entre 880 y 1300 muertos y entre 1500 y 2001
2. heridos entre la población civil. Las cifras oficiales de la Generalitat de Cataluña hechas públicas el día 26 de marzo señalaron 875 muertos (de ellos, 118 niños), pero en los días siguientes fueron registradas 49 personas más, lo que da un total de 924 víctimas mortales (cifra a la que habría que añadir el de los cadáveres totalmente destrozados que no constan en ningún lugar).
3. Además estas cifras oficiales recogen más de 1500 heridos, 48 edificios destruidos y 78 gravemente dañados.
4. Es considerado uno de los primeros bombardeos de saturación de la historia y el segundo que más muertos causó en la guerra española en una sola de las incursiones tras el de Guernica.4


Durante marzo de 1938, Juan Negrín, presidente del ejecutivo del gobierno republicano español había viajado a París para tratar de que Francia vendiera armas a la república. El 10 de marzo el gobierno francés había dimitido y el 12 de marzo Adolf Hitler había invadido Austria bajo la amenaza de convertir el país en "otra España".4 Franco había aprovechado la victoria en Teruel, la disposición de sus tropas y la enorme superioridad en fuerzas, para iniciar el 9 de marzo la ofensiva de Aragón planificada por el general Juan Vigón. Varios cuerpos de ejército y la Legión Cóndor, con cien mil hombres, doscientos carros de combate y más de mil aviones se dispusieron a avanzar con escasa resistencia republicana.5 Británicos y franceses, defensores del Comité de No Intervención, se mostraron alertados por el avance franquista que se dirigía al Mediterráneo y la evidente connivencia entre la España de Franco, la Italia fascista y la Alemania nazi. En esta situación el jefe de gobierno francés, Léon Blum, propuso el 16 de marzo al Comité Permanente de Defensa Nacional dar un ultimátum a Franco y que renunciase a las fuerzas alemanas e italianas, mientras la prensa francesa señalaba que varias divisiones estaban preparadas para intervenir en favor de la república. Así, Blum accedió a la venta de armas pedida por Negrín, si bien no apoyó la intervención de unidades francesas en la defensa de Cataluña como también se le solicitó.6 7 Dentro de la estrategia de Franco para evitar la intervención extranjera en apoyo a la República o las limitaciones a la ayuda que recibía de Italia y Francia, apuntó al embajador alemán en Madrid la posibilidad de prescindir de las unidades de tierra italianas para contentar a Francia y Reino Unido, pero sin desprenderse de la aviación italiana ni de la Legión Cóndor que seguían siéndole muy útiles.6
La orden de ataque

El bombardeo fue ordenado personalmente por Benito Mussolini, sin conocimiento de Franco.1 8 notas 1 Italia tenía autonomía en el uso de sus tres bases aéreas en Mallorca (Comando Aviazione Legionaria delle Baleari) y había efectuado bombardeos a lo largo de la costa mediterránea española en varias ocasiones sin contar con una autorización expresa de los militares sublevados españoles.9 10 6 El telegrama ordenando el ataque lo recibió el general Vincenzo Velardi, jefe de la Aviación Legionaria en Baleares, en la noche del 16 de marzo, y estaba firmado por el general Valle, subsecretario de la aviación militar italiana en Roma:11
Iniziare da stanotte azione violenta su Barcelona con martellamento diluito nel tempo (Iniciar desde esta noche acción violenta sobre Barcelona con un martilleo espaciado en el tiempo)
Antes de conocerse este telegrama la única prueba que se tenía de que Mussolini era quien había ordenado el bombardeo era una cita en el diario personal del conde Galeazzo Ciano, ministro de asuntos exteriores de la Italia fascista y yerno del Duce:11
La verdad sobre los bombardeos de Barcelona es que Mussolini se los ha ordenado a Valle en la cámara, pocos minutos antes de pronunciar el discurso sobre Austria. Franco no sabía nada y ha pedido suspenderlos, pues crean complicaciones con el extranjero. Mussolini piensa que abaten muy eficazmente la moral de los rojos, mientras las tropas avanzan en Aragón.
Se ha debatido mucho sobre por qué Mussolini dio la orden de bombardear Barcelona (o mejor "machacar" Barcelona pero poco a poco: martellamento diluito nel tempo). Algunos historiadores han señalado que los motivos del Duce estarían relacionados con la anexión de Austria por Hitler, del que sentiría una especie de celos por su éxito sobre un país que Mussolini siempre había considerado bajo su esfera de influencia. También podría haber sido una señal de advertencia a Francia preocupada por la ofensiva de Aragón que si tenía éxito situaría en sus frontera sur de los Pirineos a alemanes e italianos, y que por tanto podría estar planeando la venta masiva de armas al gobierno de la República. Un tercer motivo, aducido por otros historiadores, habría sido que Mussolini quería acelerar el final de la guerra de España y aparecer ante Europa como un triunfador.12 Un cuarto y último motivo, apuntado por el historiador Hilari Raguer, sería que Mussolini quería contrarrestar las conmemoraciones que, en París y en otras ciudades, los antifascistas iban a celebrar por el primer aniversario de "la primera derrota del fascismo", la batalla de Guadalajara. Como se dijo en un editorial del diario Il Popolo d'Italia, que probablemente fue escrito por el propio Mussolini ya que aparece incluido en sus obras completas: i morti di Guadalajara saranno vindicati ("los muertos de Guadalajara serán vengados").13
La estrategia italiana
Como ha destacado Hilari Raguer, la estrategia que utilizaron los aviones italianos fue completamente nueva pues en vez de concentrar todas las bombas en un lugar y en un momento determinados, los bombardeos de Barcelona, que se cebaron en los barrios residenciales y en el denso casco viejo, "se organizaron en cadena ininterrumpida, de modo que los sistemas de alarma y de aviso de la población quedaron trastocados, y cuando sonaban las sirenas ya no se sabía si anunciaba el fin de una incursión o el comienzo de otra". Según un experto de la época, citado por Raguer, el primer ataque comenzó a las 10 y 8 minutos de la noche del 16 y hasta las 3,19 de la tarde del 18 de marzo las sirenas no dejaron de sonar, pues durante todo ese tiempo hubo treinta incursiones aéreas.14 El historiador italiano Ferdinando Pedriali, citado por Solé i Sabaté y Villarroya, confirma esta visión: "la técnica empleada en Barcelona era algo nuevo, nunca probado sobre la población civil. El efecto fue terrorífico: la tarde del 17 comenzó un éxodo de millares de personas al campo". Lo que confirma que el objetivo de Mussolini era como se decía en el telegrama martellamento diluito nel tempo ("machacar [Barcelona] poco a poco").15
El general Francesco Pricolo, que comandaba uno de los escuadrones, señaló sobre los bombardeos aéreos de la aviación italiana en la guerra, y en Barcelona en particular:16
Hay que crear [con los bombardeos aéreos] una sensación de terror inmediato entre la población enemiga, destruyendo continuamente la ciudad, los centros urbanos, todas las fuentes de vida y someterlos a una pesadilla de la que no puedan despertar y que les obligará a rendirse. [...] Los periodistas extranjeros han reconocido que, si el bombardeo constante de Barcelona hubiera continuado a ese ritmo durante dos semanas más, ningún gobierno habría podido evitar la rendición total de la ciudad.
Mussolini, por su parte, reconoció la estrategia que estaban siguiendo sus aviones cuando afirmó que los italianos "están horrorizando al mundo con su agresividad, para variar, en lugar de encantarlo con su guitarra".6
El diario La Vanguardia de Barcelona publicado el 18 de marzo calificaba la estrategia seguida en el bombardeo de Barcelona como "la fórmula guerrera más canallesca y miserable que haya cabido en cabeza humana".17
El bombardeo: objetivos civiles

Barcelona había sufrido durante la guerra y con anterioridad a marzo de 1938 varios bombardeos aéreos, y hasta el final de la guerra sufriría varios más, hasta un total de 51, pero ninguno de esta intensidad e intencionalidad, sólo comparable aunque en menor escala a los bombardeos aéreos de Barcelona en enero de 1938, en los que las bombas también cayeron sobre la parte más habitada de la ciudad. En las comunicaciones de las autoridades italianas sobre los bombardeos de marzo se citaban referencias directas al "centro geográfico".10
Las primeras bombas sobre la ciudad cayeron sobre las diez de la noche del 16 de marzo y la acción finalizó sobre las tres de la tarde del día 18. En total se hicieron en algo menos de dos días 17 incursiones, la mayoría de ellas en intervalos de tres horas. La mayoría de las bombas (44 toneladas) cayeron en el centro de la ciudad, siendo zonas muy afectadas las Ramblas, la Diagonal y la Plaza de Cataluña. El día más sangriento fue el 17 de marzo, cuando la mayoría de las acciones se sucedieron por la noche. Se lanzaron bombas experimentales de entre 50 y 100 kilos con poca capacidad de penetración pero una gran fuerza expansiva. Además de edificios, las características de las bombas más pequeñas provocaron muchos muertos y heridos entre quienes se encontraban en las vías públicas, los restaurantes, las plazas o los tranvías.1 10 4
Según Langon Davies, un periodista inglés testigo de los ataques, éstos fueron trece (uno el miércoles 16 de marzo, seis el jueves 17 y otros seis el viernes 18) por lo que en realidad Barcelona fue bombardeada un total de 16 minutos y, en cambio, estuvo en situación de alarma durante más de 40 horas. Por su parte, el embajador norteamericano C.A. Bowers, citando a su agregado militar, afirmó que hubo 10 ataques.18
Los aviones que llevaron a cabo el ataque fueron los S-81 del 25 Grupo y los Savoia S-79 del 8º Stormo, ambas unidades integradas en la Aviación Legionaria italiana con base en Mallorca, tal como lo refleja el diario histórico de la agrupación: el día 16, fueron diez S-81; el 17, dieciséis Savoia S-79 y nueve S-81; y el 18, doce Savoia S-79.19 Por tanto carecen de fundamento las afirmaciones de que en los bombardeos también participaron hidroaviones alemanes Heinkel He 51C-1 o bombarderos Ju-52.1 10 4 El propio embajador alemán ante Franco Eberhard Von Stohrer afirmó en un informe enviado a Berlín que los "ataques aéreos efectuados hace unos días sobre Barcelona" fueron obra de "bombarderos italianos".20
Las bombas cayeron en la parte central y más poblada de la ciudad, sin que se buscara ningún objetivo concreto y de forma totalmente indiscriminada.21 El embajador alemán ante el gobierno de Franco Eberhard Von Stohrer escribió lo siguiente en un informe enviado a Berlín desde Salamanca el 23 de marzo de 1938:
He sabido que los ataques aéreos sobre Barcelona efectuados hace unos días por bombarderos italianos han sido literalmente terribles. Casi todos los barrios de la ciudad han sufrido. No hay ningún indicio de que se hayan querido tocar objetivos militares. Centenares de casas y calles han sido destruidos por las bombas, que evidentemente tenían un poder de destrucción muy particular. Se han contado hasta ahora 1.000 muertos, pero se presume que numerosos cadáveres están aún entre los escombros. El número de heridos sobrepasa los tres mil
El momento más terrible se vivió a las dos de la tarde del jueves 17 de marzo cuando una bomba alcanzó en el cruce de la calle Balmes con la Gran Vía de las Cortes Catalanas un camión militar que transportaba dinamita y que iba ocupado por 23 soldados republicanos. La explosión fue tremenda. Murieron todos los soldados y los transeúntes que caminaban por los alrededores. El suceso fue portada en los diarios franceses, británicos y norteamericanos, que llegaron a hablar de que los italianos habían lanzado sobre Barcelona una "superbomba" por los tremendos destrozos y el número de víctimas que se produjeron.22
De las 924 víctimas que fueron inscritas en el depósito del Hospital Clínico (y que constituyen la cifra oficial de fallecidos durante el bombardeo) se puede citar a Julia Gay, madre de los hermanos Goytisolo, cuyo recuerdo aparece en un poema de José Agustín Goytisolo y en la obra Coto vedado de Juan Goytisolo.23
La reacción de pánico de los barceloneses por los bombardeos fue descrita así por el comandante Andrés García Lacalle:24
Empezó el éxodo al campo. Miles y miles de personas salían a las afueras con los colchones encima de los automóviles, camiones, carros o sobre los hombros. Casi todas las tiendas habían cerrado. El espectáculo era verdaderamente deprimente... La situación llegó a la máxima gravedad. La gente, aterrorizada y ya sin control, huía en masa de la ciudad. Cerraron hasta algunos centros oficiales. Recuerdo bien que, personalmente, comprobé que los almacenes de intendencia de la aviación también habían cerrado. Me lo habían asegurado, pero por tratarse de un establecimiento militar no lo creía y fui a cerciorarme de ello
Sin embargo, cuando los bombardeos pasaron la ciudad volvió a una relativa normalidad e incluso, como señaló el embajador norteamericano Bowers, "después de los bestiales bombardeos de Barcelona, miles de personas hasta entonces aletargadas se volvieron activas". El semanario humorístico barcelonés L'Esquella de la Torratxa comentó:25
A pesar de los bárbaros bombardeos sobre Barcelona, L'Esquella no ha perdido su risa, que es un modo como cualquier otro de enseñar los dientes
Según Hugh Thomas, "la República disponía de cazas para repeler la agresión, pero las rivalidades y envidias internas le impidieron aprovechar sus recursos al máximo. El desánimo se fue extendiendo, hasta que se retiraron del frente algunas unidades de cazas para organizar la fuerza de defensa costera a las órdenes del comandante Andrés García Lacalle".6
Franco, enfadado (según Von Stohrer), ordenó que parasen los bombardeos al día siguiente de finalizar, el 19 de marzo, una vez que se habían producido las primeras reacciones de rechazo internacional, para evitar "complicaciones exteriores".1 26 "Las órdenes de Franco en este sentido, aparte de demostrar la autonomía con que actuaba la aviación italiana, eran meramente tácticas. Posteriores bombardeos sobre la población civil, como los de Granollers y Alicante, son buena prueba de ello".27
Reacciones internacionales

Las reacciones de rechazo por los bombardeos fueron prácticamente unánimes en todo el mundo, a excepción de Alemania e Italia. El embajador estadounidense Claude Bowers, que fue testigo de los sucesos a través de los miembros de su embajada en Barcelona, calificó los bombardeos de "terribles" y afirmó que "nada en semejante aterradora escala, se había conocido antes. Las bombas no perseguían un objetivo militar. Eran arrojadas deliberadamente en el centro de la ciudad, la parte más concurrida y habitada ...".4
El Senado norteamericano aprobó una protesta en la que se condenaban los bombardeos aéreos sobre la población civil y el secretario de Estado de Estados Unidos Cordel Hull hizo pública una declaración en la que se decía:28
En esta ocasión, cuando la pérdida de vidas humanas entre la población civil no combatiente es quizá mayor de lo que jamás lo haya sido en la historia, creo que estoy hablando en nombre de toda la población norteamericana cuando expreso un sentimiento de horror por todo lo que ha sucedido en Barcelona y cuando expreso la profunda esperanza de que en el futuro los centros de población civil no serán ya objeto de bombardeos militares desde el aire
Un gran efecto entre la opinión pública mundial tuvo la nota aparecida en primera página del diario oficioso del Vaticano Osservatore Romano del día 24 de marzo que se entendió como una reprimenda pública del papa Pío XI al "Generalísimo Franco". La nota decía lo siguiente:
Ante el continuo repetirse de bombardeos aéreos de ciudades de España, muchos, particularmente la prensa, se pregunta cuál es la actitud de la Santa Sede sobre hechos tan graves y que tanto conmueven a la opinión pública. (...) A tantas víctimas se han añadido ahora otras, causadas por los recientes bombardeos aéreos de Barcelona: víctimas inocentes, que la Santa Sede más que nunca deplora, mientras, fiel a su misión, continúa haciendo llegar palabras de moderación y consejos de blandura para atenuar lo más posible los horrores de la guerra. Y es por eso que el augusto Pontífice, siempre por su iniciativa e independientemente de la acción de otras potencias, el 21 del corriente ha encargado al antes citado monseñor Antoniutti [delegado papal ante el gobierno "nacionalista" de Burgos] que haga con tal fin un nuevo y urgente paso cerca del Generalísimo Franco
El gobierno republicano de Juan Negrín y la Generalitat de Cataluña tomaron diversas iniciativas para movilizar a la opinión mundial. El primero difundió un manfiesto condenando los bombardeos de Barcelona firmado por diversos intelectuales españoles encabezados por Jacinto Benavente dirigido a escritores y científicos de todo el mundo, al que se adhirieron personalidades como H.G. Wells, André Maurois, John Langdon-Davies, François Mauriac, Jules Romains o Nehru. Por su parte el comisario de propaganda de la Generalitat de Cataluña, Jaume Miravitlles protagonizó en París a finales de marzo de 1938 un mitin sobre el tema "Barcelona ciudad mártir".28
También se mostraron "horrorizados" Francia, a través del jefe de Gobierno Blum, y el Reino Unido, en boca del primer ministro Chamberlain, mientras se sucedieron manifestaciones en distintas ciudades francesas y británicas por los bombardeos y el Vaticano, a través del nuncio ante Franco, Antoniutti, imploró a aquél que pusiera fin a los bombardeos. El conde Ciano, ministro de Asuntos Exteriores de la Italia fascista, negó ante el embajador británico en Roma, Lord Perth, que los bombardeos hubieran sido decididos por su país, pero días antes había reconocido lo contrario. No obstante, a efectos de la guerra en España, no hubo cambios significativos en la política oficial de "no intervención".4 6 8
Del impacto internacional que iban a tener los bombardeos de Barcelona de marzo de 1938 fue plenamente consciente el embajador de la Alemania nazi ante Franco, Eberhard von Stohrer. Éste en un informe confidencial enviado desde Salamanca a Berlín con fecha de 23 de marzo, después de reconocer que los bombardeos habían sido "literalmente terribles" y que no perseguían "objetivos militares", afirmó:
Creo que los bombardeos de destrucción cuando no pretenden objetivos netamente militares, no producen el efecto moral que se busca en una guerra civil como la española, sino por el contrario, comportan graves peligros para el porvenir. Estoy convencido de que después de la guerra, tanto en España como en el extranjero, se nos criticará duramente tanto a los italianos como a nosotros, tomando como tema el hecho, bien entendido, de que no habrán sido los aviones españoles los que han destruido sus propias ciudades mediante bombardeos, sino los aviones aliados, italianos y alemanes
Una prueba del tremendo impacto internacional que tuvieron los bombardeos sufridos por Barcelona fue el discurso que pronunció el primer ministro británico Winston Churchill, el 18 de junio de 1940, en el inicio de la batalla de Inglaterra cuando el terror a los bombardeos alemanes era también extremo, en el que puso de ejemplo a los ciudadanos de Barcelona para afrontarlos con coraje:
No quiero menospreciar la severidad del castigo que cae sobre nosotros, pero confío en que nuestros conciudadanos demostrarán ser capaces de resistir como lo hizo el valiente pueblo de Barcelona
Continuación de los bombardeos

Los bombardeos sobre Barcelona cesaron el resto del mes de marzo, pero se trasladaron a otras poblaciones catalanas y de la costa levantina, como los realizados sobre Alicante el 25 de mayo y el que siguió 6 días después sobre Granollers, ambos extremada dureza. En total, de enero a junio de 1938, la aviación legionaria italiana realizó 782 ataques aéreos en la costa mediterránea española controlada por los republicanos, lanzando 16.558 bombas.29
El bombardeo en el cine

En 2008, Jesús Garay dirigió un documental ficcionado con el título de Mirando al cielo, que se centra en los bombardeos del 17 de marzo, e incorpora material de la época, imágenes de los hechos y entrevistas con militares, historiadores y supervivientes.30
Notas

↑ No obstante, en 1967, Franco, comentando con Francisco Franco Salgado-Araujo los hechos, señalaría: "todos los bombardeos se hacían siempre por decisión especial del mando español". Según Preston (op. cit.: pp., 379-380), a Franco "le fallo la memoria".

Bibliografía
Alpert, Michael (1998). Aguas peligrosas: nueva historia internacional de la Guerra Civil Española. Madrid: Akal. ISBN 84-460-0823-8.
Bowers, Claude G. (1977). Misión en España. En el umbral de la II Guerra Mundial, 1933-1939. Barcelona: Grijalbo. ISBN 46098-1977 (D.L.).
Heiberg, Morte (2004). Emperadores del Mediterráneo: Franco, Mussolini y la guerra civil española. Barcelona: Crítica. ISBN 84-8432-470-2.
Preston, Paul (1994). Franco "Caudillo de España" (Tercera edición). Barcelona. ISBN 84-253-2498-x.
Raguer, Hilari (2001). La pólvora y el incienso. La Iglesia y la Guerra Civil española (1936-1939). Barcelona: Península. ISBN 978-84-8307-848-8 (Col. Gran Atalaya, 2008).
Solé i Sabaté, Josep María; Villarroya, Joan (2003). España en llamas. La guerra civil desde el aire. Madrid: Temas de Hoy. ISBN 84-8460-302-4.
Thomas, Hugh (1985). La Guerra Civil Española / Volumen II. Barcelona: Grijalbo. ISBN 84-253-0695-7.

miércoles, 9 de enero de 2013

SIR ARTHUR CONAN DOYLE - BIOGRAFIA




SIR ARTHUR CONAN DOYLE
BIOGRAFIA

NOTA: el motivo de hacer esta breve pero muy enjundiosa reseña es poder
complacer a la enorme cantidad de aficionados a Conan Doyle y su genial
personaje de ficción: Sherlock Holmes.
Arthur Conan Doyle nació en Edimburgo, la capital escocesa, el 22 de mayo de 1859 y murió en Sussex,
condado de Inglaterra, el 7 de julio de 1930. Como puede verse, es un hombre a caballo entre dos siglos:
cuarenta y uno en el XIX y treinta en el XX. Y aunque buena parte de su vida, madurez y senectud,
transcurre en nuestra centuria, es esencialmente una personalidad unida a la historia y la cultura
decimonónicas, cuya influencia por lo demás se prolonga hasta los años previos a la Primera Guerra
Mundial.
Crecido en el seno de una familia culta, con aficiones artísticas y literarias, el joven Arthur estudió en
Stonyhurst antes de ingresar en la Universidad de Edimburgo, donde siguió la carrera de medicina.
Resulta interesante destacar que su educación preuniversitaria la cumplió en un colegio jesuita; como su
contemporáneo Chesterton, pertenecía a una familia de raigambre católica. Hay que destacar que en
Gran Bretaña, país de mayoría protestante, ser católico era (y es) casi una originalidad, una excepción. Y
como en d caso de Chesterton, el catolicismo en minoría solía producir una actitud más progresista y
liberal dentro de la ortodoxia que la desarrollada en los países de tradición católica.
En el caso de Conan Doyle esta educación católica parece haber producido una actitud de
distanciamiento religioso, probablemente debido a la clásica disciplina férrea de los jesuitas. En sus libros
no se adviene una posición claramente antirreligiosa - aunque en EI mundo perdido hay algunas bromas
sobre el dogmatismo religioso vencido por la ciencia -, sino más bien un agnosticismo algo escéptico,
racionalista, que se encarna en los valores científicos que representan la actitud analítica, el espíritu
investigador de los fenómenos de la naturaleza y la prueba experimental como vías lógicas para
interpretar el universo.
Una definición aún más nítida de agnosticismo respetuoso se puede registrar en su novela La tragedia
del <>, donde el clímax dramático se produce cuando un grupo de turistas blancos
secuestrados por derviches del Sudán se niega a abjurar de su fe cristiana. La actitud del autor es más
bien ética: admira sobre todo, en sus personajes, el valor moral de resistirse a una humillación que podía
salvarles la vida, a cambio de abandonar una fe que en algunos es profunda pero en otros se advierte
superficial. Sólo en su crisis crepuscular se inclina a una actitud metafísica; pero aun ésta, el espiritismo,
es un camino que se aparta claramente de las religiones oficiales.
.
Aunque ya tenía afición a escribir, Conan Doyle opta por una carrera científica, la medicina. Se matrícula
en la Universidad de Edimburgo, donde algunos de sus profesores inspiraron parcialmente caracteres de
sus personajes principales, Sherlock Holmes y el profesor Challenger. Luego de algunas prácticas y viajes
por mar como médico de la marina mercante, Conan Doyle establece su consulta en Southsea, entre
1882 y 1890. La medicina no será solamente - como lo fue en un principio- una opción destinada a
apuntalar la economía familiar con una profesión liberal; con ella despuntan aficiones y aptitudes
científicas: el espíritu de observación, el análisis lógico y deductivo, la inclinación a comprobar los hechos
sin apriorismos dogmáticos. Por ello cabe inferir que esta formación científica añadida a la humanística y
puramente litera-ría- tuvo gran influencia en los rasgos esenciales de sus más famosas criaturas de
ficción: Sherlock Holmes y el profesor Challenger.
El primero es un investigador policiaco aficionado, que aplica a los problemas de misterio criminal un rigor
lógico y deductivo propio de un científico; el segundo es un cabal hombre de ciencia, un naturalista
insigne capaz de comprobar las más audaces teorías. El primero en concebirse fue el célebre detective
de Baker Street; en 1887, mientras sigue practicando la medicina en la apacible estación balnearia de
Southsea, publica su primer relato policiaco, Estudio en escarlata. El éxito no fue inmediato y solo dos
años después, el Strand Magazine empieza a publicar otras aventuras de Sherlock Holmes que
comienzan a difundirse hasta alcanzar una enorme popularidad. En 1890 aparece El signo de los
cuatro, a la cual siguen, entre otros títulos, Las aventuras de Sherlock Holmes y El sabueso de los
Baskerville, esta última, sin duda, la mejor de las novelas largas dedicadas a este personaje. La fama y
la riqueza asaltan ya al joven médico de Southsea, que a principios de 1891 abandona la profesión para
dedicarse enteramente a la literatura
.
El éxito sorprendente del personaje del detective cerebral y misógino supera sus previsiones, se convierte
en prototipo universal y lo excede hasta eclipsarlo en la opinión del lector. No es casual, por eso, que
tratase de librarse del mismo en varias ocasiones, hasta que el clamor de editores y público le obligó a
resucitarle. Sin embargo, ya desde 1889 trataba de ocupar ese espacio con libros más "serios", como
Michael Clarke (1889), La guardia blanca (1891), Las hazañas del Brigadier Gerard (1896) y Rodney
Stone (1896). Pero ninguno de ellos alcanzó la difusión obtenida por su "saga" de Holmes.
Conan Doyle era - y lo será hasta bien entrado el siglo XX - un caballero británico del Imperio,
conservador con algún tinte escéptico, patriota y defensor del sistema colonial, al que apoyará
públicamente al defender la política exterior de Inglaterra en algunos conflictos espinosos, como la guerra
contra los colonos bóers de Sudáfrica. En esta guerra (1899-1902) y en la lucha contra la rebelión de los
derviches en el Sudán, ocurrida poco antes (en 1898), el autor retorna brevemente a su profesión de
médico, para poder satisfacer su patriotismo y - seguramente- su espíritu aventurero...
En la guerra bóer, Conan Doyle no se limitó a participar como oficial médico, sino que publicó un libro -La
gran guerra bóer (1900) - destinado a defender, ante el mundo, las razones y los hechos que
respaldaban la posición inglesa en esta guerra de conquista contra los colonos bóers (de origen
holandés), que se habían establecido en los ricos territorios sudafricanos.
Con Arthur Conan Doyle (con título de "Sir", baronet, desde 1902) sucede hasta cierto punto lo mismo que
con Rudyard Kipling, el famoso poeta del Imperio. Ambos representan epígonos literarios de la triunfante
expansión inglesa por el mundo y cantan sus glorias y superioridad. Algo de esto se vislumbra en El
mundo perdido, pero aún más en una de sus novelas de aventuras, La tragedia del "Korosko". Esta,
fruto de sus experiencias en la guerra de los derviches, en el Sudán anglo-egipcio, relata el secuestro de
unos turistas blancos, que caen en manos de derviches adeptos al Mahdi. En todo el libro se contrasta la
dignidad y valor moral de los cautivos con la "barbarie" de los nativos. Sucede que en 1898 era difícil para
un inglés (o para un europeo) admitir que otros pueblos, de cultura, raza y religión diferentes podían tener
derecho a luchar por su independencia. El imperialismo colonial - como sucederá en Asia y luego en
América - invadía África y sus riquezas materiales con el pretexto de introducir la civilización..
.
Sin embargo, como el mismo Kipling, deberá asistir al lento decaimiento de los dominios ingleses de
ultramar y de los valores victorianos - tan sólidos como equívocos -, que van siendo atacados por infinidad
de conflictos, entre ellos la progresiva conciencia social de las masas populares. Son las consecuencias
de una vida física muy larga. La Primera Guerra Mundial (1914-1918) será el choque más fuerte; desde
entonces el mundo cambia más rápidamente, las contradicciones sociales se aceleran y la prosperidad de
la metrópoli desciende. Por añadidura, su propio hijo es uno de los muertos en el gran holocausto.
Paralelamente estas profundas conmociones sociales y políticas se ven acompañadas por las
revoluciones estéticas de la nueva época; el expresionismo, el dadaísmo, el surrealismo, las nuevas
tendencias de la poesía y la novela, con las decisivas figuras de Marcel Proust, Guillaume Apollinaire o
James Joyce, no llegan a rozar a Conan Doyle, cuya obra pertenece ya a otra época, ya definitivamente
sepultada por las turbulentas crisis de los años 20.
Él vivirá hasta 1930, pero su antigua y febril actividad, que alternaba la fecundidad literaria con la
curiosidad científica, la política, la guerra y el deporte (fue un buen aficionado al boxeo), se hace más
esporádica y alejada. Una de las causas, más allá del paso del tiempo, es entrañable y trágica: la muerte
de su hijo en la Gran Guerra, que será motivo de su vuelco a las prácticas espiritistas, a las cuales dedica
también su antigua propensión investigadora. Pocos años antes de su muerte consagrará a esta creencia
parapsicológica una de sus últimas obras, Historia del espiritismo, escrita en 1926.
Resulta curioso constatar que Conan Doyle, como otros distinguidos intelectuales y científicos conocidos
por su actitud escéptica frente a la religión y por su racionalismo pragmático, sufre en su vejez una crisis
espiritual que lo lleva a una experiencia parapsicológica rechazada por las Iglesias oficiales, el espiritismo,
que buscan como una respuesta o un reaseguro ante la angustia de la muerte y la nada. Este camino lo
siguieron por ejemplo, Sir Oliver Lodge y William Crookes (el descubridor de los rayos catódicos).
Sin embargo, el Conan Doyle que conocemos a través de sus obras mayores no es ese anciano
angustiado en el crepúsculo de su vida, aislado ya de un mundo que ha trastocado todos los valores que
había sostenido. Ya sea en sus populares relatos de misterio, en sus novelas históricas o en sus
espléndidas fantasías científicas, el autor de El sabueso de los Baskerville y El mundo perdido es un
escritor lleno de humor e imaginación, menos profundo y conflictivo que Joseph Conrad, no tan poético y
sutil como Robert Louis Stevenson, pero mucho más ingenioso y rico que H. G. Wells. Con ellos, de todos
modos, forma la pléyade creadora de la gran novela de aventuras, un universo vívido y palpitante que se
irá perdiendo en la literatura de nuestro siglo.
Para entender su ubicación exacta en el mundo de esta literatura, aunque sus obras mayores resultan ya
intemporales, hay que recordar que la mayor parte de sus libros pertenecen a las postrimerías del siglo
XIX y los principios del XX. Optimista y escéptico a la vez, Conan Doyle es un hijo característico del
mundo europeo que se cierra en los albores de la Gran Guerra, con los chisporroteos amables y
decadentes de la "belle époque".
BIBLIOGRAFÍA
Hay personajes en busca de autor, como los admirables fantasmas de la obra teatral de Pirandello; pero
hay otros, también nacidos de la fantasía y la imaginación de los escritores, que empiezan a vivir una
historia propia y parecen liberarse del albedrío de sus creadores. Son héroes universales, que hechizan a
los lectores de todas las épocas y todas las edades, que se escapan de los límites del libro y andan por el
mundo como compañeros de andadura de la existencia. Uno de ellos fue Sherlock Holmes, prototipo de
detectives, modelo de deducción científica y espíritu lógico y racional. Su fama universal ha tenido el
efecto, no tan raro como parece, de eclipsar la figura de su autor. Tal como sucede, en un plano menos
absoluto pero igualmente elevado a la condición de mito universal, con el Quijote de Cervantes.
A nivel popular, Sherlock Holmes sigue vivo; turistas y corresponsales llegan o escriben cartas al número
221 dc Baker Street, y en su mayoría ignoran quién es Sir Arthur Conan Doyle. Y menos saben que posee
una obra literaria considerable y completamente diferente al género popular que consolidó
definitivamente: la novela policíaca.
Dentro de ese extenso bloque de novelas y relatos hay sectores muy diversos. La novela histórica fue su
género
predilecto, pero oscurecido por su éxito policiaco.como Michael Clark (1889), La guardia blanca (1891) y
Las hazañas del Brigadier Gerard (1896), que se desarrolla en el marco de las guerras napoleónicas,
un tema que fascinaba al autor. Rodney Stone (1896), una novela que generalmente se incluye entre sus
obras históricas, pero que más bien es un cuadro vívido y fascinante de la Inglaterra previctoriana, con
especial atención al boxeo, que describe en sus comienzos con notabilísima penetración. Todas estas
extensas narraciones tienen un estilo decididamente decimonónico, en los moldes de la gran novela
victoriana fijada por Dickens.
Conan Doyle practicó el ensayo histórico-político, como en La gran guerra bóer (1900) y llevó a la novela
su defensa de la presencia inglesa en África con La tragedia del "Korosko". Pero aún menos conocida
es su incursión en el teatro: The Story of Waterloo (La historia de Waterloo (1900)), que antes se llamó
A Stranggler of '15' (Un rezagado del '15') era una incursión en el tema que lo apasionaba: las guerras
napoleónicas. Ya nadie la recuerda, pero en su época significó uno de los mayores éxitos para el
legendario actor Sir Henry Irving. La narrativa detectivesca, también llamada novela policial o novela de
misterio, es un típico producto de la evolución de la novela romántica, en busca de un elemento racional
ante el simple misterio, efecto que también se nota en el cuento fantástico y la ciencia ficción.
Sin adentrarnos demasiado a filosofar sobre los orígenes, desarrollo e influencia posterior de este estilo,
hasta llegar al moderno policial negro, podemos decir que la narrativa detectivesca "expone un hecho
delictivo preferentemente un asesinato misterioso en torno del cual se desenvuelve una investigación
policial; en el relato suele haber, además de la víctima, un detective (casi siempre amateur), un asesino
cuya identidad no llega a descubrirse hasta el desenlace de la anécdota y un conjunto de personajes
adicionales cuya intervención en los sucesos permite multiplicar pistas y sospechosos. Hay, pues, dos
figuras "sobrehumanas", el detective y el asesino, que libran una lucha a muerte, circundadas por
individuos de naturaleza más bien común y hasta un poco torpe".
Edgard Allan Poe, como es bien sabido, no solamente es el creador del relato policial, sino que -como
dice Borges- el creador del lector de este tipo de ficciones. Su investigador, C. Auguste Dupin, "es el
primero de todos, el modelo, el arquetipo podemos decir, que vive con un amigo y él es el amigo que
refiere la historia. Esto también forma parte de la tradición y fue tomado mucho tiempo después de la
muerte de Poe por el escritor irlandés Conan Doyle. Conan toma ese tema, un tema atractivo en sí, de la
amistad entre dos personas distintas, que viene a ser, de alguna forma, el tema de la amistad de don
Quijote y Sancho, salvo que nunca llegan a una amistad perfecta".
Los detectives realmente satisfactorios son escasos. A, H. Auden destaca sólo tres: Sherlock Holmes, el
inspector French (creación de Freeman Wills Crofts) y el padre Brown, de Chesterton, posiblemente el
auténtico continuador de Poe. Su labor es resolver un enigma, y para ello lo mejor es que sea un amateur,
ya que esto impide que se deje influir por las motivaciones éticas del caso, sino más bien por las
consecuencias estéticas de éste: la restauración del orden en el caos.
El carácter de Holmes fue inspirado por un eminente cirujano de Edimburgo, el doctor Joseph Bell
(1837?1911), que fue profesor de Conan Doyle. Luego, al decir de Borges, "Conan Doyle imagina un
personaje bastante tonto, con una inteligencia un poco inferior a la del lector, a quien llama el doctor
Watson; el otro es un personaje un poco cómico y un poco venerable, también: Sherlock Holmes. Hace
que las proezas intelectuales de Sherlock Holmes sean referidas por su amigo Watson, que no cesa de
maravillarse y siempre se maneja por las apariencias, que se deja dominar por Sherlock Holmes y a quien
le gusta dejarse dominar".
También Auden le define bien: "Holmes es un individuo excepcional que se halla en estado de gracia
porque es un genio en quien la curiosidad científica se eleva hasta el nivel de una pasión heroica. Es
erudito, pero sus conocimientos son absolutamente especializados (por ejemplo, véase su ignorancia del
sistema copernicano); en todas las cuestiones ajenas a su campo es tan desvalido como un niño (por
ejemplo, su desaliño), y paga el precio por su desinterés científico (su negligencia de los sentimientos)
siendo víctima de la melancolía, que le ataca siempre que no está ocupado en un caso (por ejemplo, su
costumbre de tocar el violín y tomar cocaína).
"Positivamente, su motivo para ser detective es el amor a la verdad neutral (no le interesan los
sentimientos del culpable o el inocente) y, negativamente, la necesidad de escapar de sus propios
sentimientos de melancolía. Su actitud hacia la gente y su técnica de observación y deducción son los de
un químico o un físico. Si escoge a seres humanos en vez de materia inanimada, es porque investigar lo
inanimado resulta poco heroico y demasiado fácil, ya que allí es imposible mentir, cosa que los seres
humanos pueden y hacen, de modo que al tratar con ellos, la observación debe ser doblemente
penetrante y la lógica tiene que ser doblemente rigurosa."
Los "libros de Sherlock Holmes" son nueve: desde el ya mencionado Estudio en escarlata (1887), novela
en la cual Conan Doyle presenta a Sherlock HoImes y el doctor Watson; siguiendo por El signo de los
cuatro (1890), en donde Holmes explica por primera vez su "ciencia de la deducción "; para terminar con
El archivo de Sherlock Holmes (1927), doce relatos con las últimas apariciones del nuestro detective.
Cronología de la Bibliografía completa
(Entre paréntesis la fecha de publicación en español y en negrita las obras del canon holmesiano)
· Estudio en rojo - 1887 (1906).
· El misterio de Cloomber - 1889
· Miguel Clarke - 1889
· Misterios y aventuras - 1889
· El signo de los cuatro - 1890
· El capitán de la estrella polar y otros relatos - 1890
· La casa Girdlestone - 1890
· La guardia blanca - 1891 (1896)
· Los hechos de Raffles Haw -1892
· La sombra grandiosa(Napoleón el Grande) - 1892 (1908)
· Más allá de la ciudad - 1892
· Las aventuras de Sherlock Holmes -1892
Contiene:
Un escándalo en Bohemia
La liga de los pelirrojos
Un caso de identidad;
El misterio del valle de Boscombe
Las cinco semillas de naranja
El hombre del labio retorcido
El carbunclo azul
La banda de lunares
El dedo pulgar del ingeniero
El solterón aristocrático
La diadema de berilo
La finca de Cooper Boeches
· Los refugiados - 1893
· Memorias íntimas de Sherlock Holmes - 1894
Contiene:
Estrella de plata
La cara amarilla
El escribiente del corredor de bolsa
La"Gloría Scott"
El ritual de Musgrave
Los hidalgos de Reigate
El jorobado
El enfermo interno
El intérprete griego
El tratado naval
El problema final
· La lámpara roja (Memoria de un médico) - 1894
· El parásito -1894
· Cartas completas de Munro -1895
· Las hazañas del Brigadier Gerard - 1896
· Rodney Stone - 1896 (1908)
· El protegido de Napoleón (Uncle Bernac) - 1897 (1900)
· Canciones de acción - 1898
· La tragedia del Korosko -1898
· Un dúo con un coro accidental - 1899
· La gran guerra bóer - 1900
· La bandera verde (Historias de guerra y de amor) - 1900
Contiene:
La bandera verde
El capitán Sharkey
El crimen del brigadier
El golpe de Croxley
El "Slapping-Sal"
El lord del Castillo Negro
El golpe desgarrado
Una sombra antes
El rey de loa zorros
Los tres corresponsales
La nueva catacumba
La primera proeza de Hilario Joyce
Una oficina extranjera
· El sabueso de los Baskerville - 1902
· La guerra en Sudáfrica: sus causas y modo de hacerla - 1902
· Aventuras de Gerard - 1903
Contiene:
De cómo el brigadier perdió su oreja
De cómo... tomó Zaragoza
De cómo... salvó un ejército
De cómo... triunfó en Inglaterra
De como... fue a Minks
De cómo... se con dujo en Waterloo
La última aventura del brigadier
· Reaparece Sherlock Holmes - 1905
Contiene:
La av. de la casa deshabitada
La av. del constructor de Norwood
La av. de los bailarines
La av. del ciclista solitario
La av. del colegio Priory
La av. del "negro" Peter
La av. de Charles Augustus Milverton
La av. de los seis Napoleones
La av. de los tres estudiantes
La av. de los lentes de oro
La av. del Tres-Cuartos desaparecido
La av. de la granja Abbey
La av. de la segunda marcha
· Sir Nigel - 1906
· A través de la puerta mágica - 1907
· Historias junto a la lumbre - 1908
· El crimen del Congo - 1909
· La última galera - 1911
· Canciones del camino - 1911
· El mundo perdido - 1912 (1927)
· El círculo de la muerte - 1913 (1950)
· La guerra alemana: detalles incidentales y reflexiones - 1914
· El valle del terror - 1915
· La campaña inglesa en Francia y Flandes - 1916-19
· Una visita a tres frentes - 1916
· Su último saludo en el escenario - 1917 (1953)
Contiene:
La av. del pabellón Wisteria
La av. de la caja de cartón
La av. del circulo rojo
La av. de los planos del "Bruce-Partington"
La av. del detective moribundo
La desaparición de Lady Frances Cafax
La av. del pie del diablo
Su último saludo en el escenario.
· ¡Peligro! y otras historias - 1918
· La nueva revelación; o ¿qué es el espiritismo? - 1919
· Los guardias vinieron y otros poemas - 1919
· El mensaje vital - 1919
· Las andanzas de un espiritista - 1921
· El proceso por fotografía del espíritu - 1922
· La llegada de los hados - 1922
· Nuestra aventura americana - 1923
· Tres de ellos - 1923
· Memorias y aventuras - 1924
· El misterio de Juana de Arco - 1924
· Nuestra segunda aventura americana - 1924
· La antología del espiritista - 1924
· El espiritismo. Su historia. Sus doctrinas. Sus hechos - 1926 (1927)
· El país de la bruma - 1926 (1929)
· El archivo de Sherlock Holmes - 1927 (1953)
Contiene:
La av. del cliente ilustre
La av. del soldado de la piel decolorada
La av. de la piedra preciosa de Mazarino
La av. de los tres gabletes
La av. del vampiro de Sussex
La av. de los tres Garridebs
El problema del puente de Thor
La av. del hombre que reptaba
La av. de la melena de león
La av. de la inquilina del velo
La av. de Shoscombe Old Place
La av. del fabricante de colores retirado
· Habla Pheneas - 1927
· El abismo de Maracot y otras historias - 1929 (1953-54)
Contiene:
El abismo de Maracot
La máquina desintegradora
La zona ponzoñosa
Cuando la Tierra lanzó alaridos
· Nuestro invierno africano - 1929
ALGUNOS ENLACES SOBRE EL TEMA :
http://usuarios.lycos.es/proyectoholmes/index.php En español, la mejor . Buenísima
http://www.sherlockian.net/ En inglés . Muy completa
http://www.sherlock-holmes.co.uk/ En inglés .Muy completa

miércoles, 11 de julio de 2012

WIKIPEDIA __ ALEJANDRO DUMAS





  • Alexandre Dumas (Villers-Cotterêts, 1802 - Puys, cerca de Dieppe, 1870),
  •  conocido en los países hispanohablantes como Alejandro Dumas, fue un
  •  novelista y dramaturgo francés. Su hijo, Alexandre Dumas fue también
  •  un escritor conocido.
    Nació el 24 de julio de 1802 en Villers-Cotterêts. Hijo del general francés
  •  Thomas Alexandre Davy de la Pailleterie, mejor conocido como
  • Thomas Alexandre Dumas, y de Marie-Louise Elisabeth Labouret. Su
  •  padre era un hombre robusto, diestro en el uso de la espada y del que
  •  se cuentan numerosas proezas, todas ellas relacionadas con su capacidad 
  • y poder físico (1)

  • .Biografía

  • Apasionado cazador, el padre de Dumas murió cuando él aún no tenía
  •  cuatro años de edad. Dada la exigua pensión de que disponía su madre,
  •  Dumas recibió una escasa educación escolar. Con unos estudios
  •  deficientes empezó a trabajar como mensajero, vendedor de tabaco
  •  y como pasante de un notario. Dumas tenía un carácter indómito y
  •  soñador, dedicaba su tiempo a la caza y al cortejo de las muchachas
  •  de su edad (1).
    En 1822 realizó su primer viaje a París, financiado con el producto de
  •  la caza. Quedó fascinado por la ciudad y el teatro. Por ello, unos
  •  meses después decidió volver con algunas cartas de recomendación
  •  para los antiguos amigos de su padre, afectos casi todos ellos a los
  •  Borbones (2).
    En 1823 se instala en París y entra al servicio del Duque de Orléans
  •  como escribiente, gracias a su perfecta caligrafía y a la recomendación
  •  del General Foy. Continúa escribiendo y completando su formación de
  •  manera autodidacta. En 1825 se estrena su primer vaudeville, La caza
  •  y el amor y en 1826 publica su primera novela en prosa, Blanca de Beaulieu.
    Repartía el tiempo entre el trabajo, el estudio y el amor, que en 1824 lo 
  • sorprendió con un hijo, Alejandro Dumas hijo, fruto de su romance con
  •  la costurera Marie-Catherine Lebay. El 5 de marzo de 1831 vino al mundo
  •  Marie-Alexandrine, fruto de su relación con la actriz Belle Krebsamer,
  •  quien lo obligó a reconocer a la recién nacida, así como a su primogénito
  • .Con la representación, por la Comédie française en 1830, de Enrique III y
  •  su corte, consigue gran notoriedad y, en 1831, con Antony alcanza su
  •  primer éxito. Éxito que continuará a lo largo de su carrera literaria con
  •  el género de su predilección: el drama y la novela histórica. Se dice que
  •  fue el introductor del Romanticismo en el teatro francés, mostrando
  •  personajes orgullosos de sus propias pasiones (1).
    En 1832 Dumas realizó su primer viaje al extranjero (Suiza). Siguieron
  •  Italia (1835), Bélgica y Alemania (1838). Así inició su producción de
  •  diarios de viajes. También en 1838 sufrió la pérdida de su madre,
  •  a quien siempre dedicó sus mayores cuidados. En 1840 se casa con 
  • la actriz Ida Ferrer. Aunque no duró mucho el matrimonio, continuó
  •  ligado a ella debido a asuntos legales y económicos (2).
    Es un autor prolífico (tragedias, dramas, melodramas, aventuras...)
  •  aunque, para atender a la creciente demanda del público, tuvo que 
  • recurrir a la ayuda, notoria, de "colaboradores" entre los que destacó
  •  Auguste Maquet (1839-1851) que intervino en varias de sus novelas,
  •  entre ellas Los tres mosqueteros yEl Conde de Montecristo (1844).
  •  La discusión en torno a este tema ha concluido gracias la aparición de
  •  las papeletas en las que de manera autógrafa consta que fue él quien
  •  encontró las Memorias de D´Artagnan, obra de Gatien Courtilz de Sandras
  •  (editada por Emecé en 1961), base de su famosa novela. Fue Auguste
  •  Maquet quien investigó el trasfondo histórico y Alejandro Dumas quien
  •  le dio forma a la novela. Maquet publicaría poco después su propia 
  • versión, pero tanto ésta como la de Gatien son verdaderos esperpentos
  •  literarios, mientras la de Alejandro Dumas es muy ágil y divertida.
  •  Sus novelas históricas, llenas de vivacidad, gozaron del beneplácito 
  • del público, propiciadas por su publicación, por entregas, en los periódicos.
    Amasó una considerable fortuna que dilapidó con prodigalidad en fiestas
  •  y cenas. Se hizo construir un castillo en Le Port-Marly denominado
  •  Monte-Cristo. Para ello llevó decoradores de Argelia y compró los muebles
  •  clásicos más caros. Mantenía a sus hijos, a las madres de ellos y a varias
  •  amantes, muchas de ellas actrices. Vivía con gran lujo y derroche; y
  •  aunque llegó a ganar sumas enormes de dinero, siempre estaba endeudado
  • .En 1846, cuando se encontraba en la cúspide de su carrera y su fama
  •  desbordaba las fronteras de su país natal, el ministro de Instrucción
  •  Pública de Francia, M. de Salvandy, invitó a Dumas a viajar a Argelia,
  •  a donde fue junto a su hijo y a un grupo de amigos. Recorrieron España
  •  y luego tomaron el barco La Veloce en el puerto de Cádiz, que los condujo
  •  a Argelia y Túnez. Las vivencias durante esos dos viajes se recogen en sus
  •  libros De París a Cádiz y La Veloce.
    Regresó a París en 1853 y se embarcó en diversas empresas, cada cual
  •  más ruinosa. En 1847 había fundado el Théâtre Historique que, cuatro
  •  años más tarde, fue a la bancarrota. Fue también fundador del semanario
  •  Le Monte-Cristo (1857-1860) que también quebró.Tomó parte activa en 
  • la Revolución de 1848, con lo que se vio involucrado en problemas políticos.
  •  En ese mismo año rompió su relación con Maquet, el cual le denunció por
  •  haberse aprovechado de él. El juicio dictó que tenía que pagarle 145,000
  •  francos en 10 años. Asediado por los acreedores, huyó a Bruselas en 1850,
  •  en donde terminó de escribir sus Memorias.
    En 1858 fue invitado por una acaudalada familia rusa a un viaje de placer,
  •  que lo llevó a San Petersburgo, Moscú, Astrakhan, Bakú, Georgia y las
  •  costa del Mar Negro. Ese viaje de nueve meses fue de gran provecho para
  •  su trabajo literario. A su regreso publicó varios libros sobre ese tema, así
  •  como traducciones de importantes autores rusos de esa época
    En 1859 viajó a Italia. Ahí conoció al general Giuseppe Garibaldi,
  •  a quien se une en Sicilia y ayuda con la compra de armas en Marsella,
  •  que él mismo transportaría en su buque Emma. Luego se dirigió a
  •  Tierra Santa. Camino hacia allá recibe la noticia de que Garibaldi
  •  ha desembarcado en Nápoles, por lo que se traslada a Palermo, 
  • desde donde comienza a transmitir a La Presse sus escritos sobre
  •  la situación de la guerra. (Los Garibaldinos).
    Después de la victoria, Garibaldi nombra a Dumas Jefe de Excavaciones
  •  y Museos de Nápoles, donde vivió hasta 1864. De ese período es su
  •  libro La San Felice y también por esos días nació su otra hija Micaela,
  •  de su relación sentimental con Emilia Cordier.
    También desde 1869 trabajó en la recopilación de recetas de cocina
  •  de varios países que había visitado, para publicarlas en un gran volumen.
  •  Ese libro se terminó póstumamente (1873), bajo el título de Gran
  •  Diccionario de Cocina.A pesar de la vejez y la enfermedad, los relatos
  •  de Dumas continuaban llenando los diarios de París. Así que hasta
  •  sus últimos días sus seguidores pudieron disfrutar de El caballero
  •  Hector de Sainte-Hermine, su última novela publicada por entregas
  •  en Le Moniteur Universal.
    En 1870 Dumas se refugia en la casa de campo de su hijo en Puys,
  •  imposibilitado de regresar a la capital por la guerra con Prusia y su
  •  estado de salud. Muere de un ataque al corazón el 5 de diciembre,
  •  el mismo día en que los prusianos entraban en el pueblo.
    Publicó aproximadamente 300 obras y numerosos artículos, 
  • convirtiéndose en uno de los autores más prolíficos y populares
  •  de Francia. Sus novelas van desde la aventura a la fantasía, pasando
  •  por la historia.

    Obras atribuidas a Dumas

  • En muchas ocasiones, con fines de venta, se han atribuido a Dumas
  •  algunas obras que nunca fueron escritas por él. El caso más notorio
  •  es La mano del muerto, continuación de El conde de Montecristo.
  •  Esta obra no fue escrita por Dumas, sino por el escritor portugués
  • Alfredo Hogan.
    Aunque la lista de obras atribuidas a Dumas es larga, también se
  •  pueden mencionar La novela de Violeta, El hijo de Portos, Confesiones
  •  de la Marquesa, Los caballeros templarios, entre otras. Algunas 
  • publicadas bajo su nombre, son sólo traducciones, como Ivanhoe
  •  de Walter Scott. Otra, de fama imperecedera, es El hombre de la máscara
  •  de hierro, escrita por Emile Ladoucette, cuya versión Dumas se encuentra, 
  • a manera de ensayo, en su libro Crímenes célebres.

    Reconocimiento póstumo
  • Su cuerpo fue exhumado y en una ceremonia televisada fue depositado en el
  •  mausoleo, junto a otros ilustres escritores de Francia. El presidente francés
  •  reconoció que este hecho no se había llevado a cabo antes por el racismo que
  •  prevalecía en la sociedad y reconocía que la Francia ha tenido muchos
  •  escritores ilustres, pero ninguno tan leído como Dumas, ya que sus libros
  •  se han traducido a más de 100 idiomas.Sepultado en el cementerio de
  •  su pueblo natal Villers-Cotterêts hasta el 30 de noviembre de 2002,
  •  cuando el Presidente francés Jacques Chirac ordenó fuera sepultado
  •  en el Panteón de París.
    En su alocución, el Presidente Chirac dijo: "...Con Ud, nosotros fuimos
  •  D'Artagnan, Monte Cristo o Bálsamo; recorrimos las calles de Francia,
  •  participamos en batallas, visitamos palacios y castillos; con Ud,
  •  nosotros soñamos..."
    Dumas también tiene un monumento en la Plaza de Malesherbes de París,
  •  que fue inaugurado en 1883. Esta estatua fue diseñada por Gustave Doré,
  •  y junto a la imagen en bronce del escritor, aparece su personaje más
  •  destacado, el famoso mosquetero D'Artagnan.

  • Referencias

  • Balda, Mercedes y Manuel Galguera. Alejandro Dumas. Vida y obras.
  •  Editorial Balam, México, 2009. ISBN 978-987-23805-7-1
    Biet/ Brighelli/ Rispail. Alexandre Dumas ou les aventures
  •  d´un romancier. 1986
    Clouard, Henri. Alejandro Dumas (biografía). 1957
    Goñi, Roberto . Alejandro Dumas. El autor y su obra.
  •  Edición Malfenti, no 4, 2002.
    Maurois, André. Los tres Dumas (biografía). 1961

  • Obras

  • Novelas cortas y cuentos

  • Cherubino y Celestina (1835)
    El cochero del cabriolé (1835)
    Un baile de máscaras (1835)
    Bernardo (1835)
    Don Martin de Freytas (1835)
    El cura Chambord (1835)
    Pascual Bruno (1838)
    Pedro el cruel (1839)
    Monseñor Gaston Febus (1839)
    El pájaro evasivo (1841)- Comparte la autoría con
  •  Joseph Méry.
    Praxede (1841)
    Un alma por nacer (1844)
    Erminia (1845)
    El cura de Boulogne (1851)
    Las estrellas viajantes del comercio (1854)
    Mariana (1859)
    Un viaje a la luna (1860)
    Deseo y posesión (1861)

    Cherubino y Celestini (1835)

    El cochero del cabriolé (1835) 

    Un baile de máscaras (1835)

    Bernardo (1835)

    Don Martin de Freytas (1835) 

    El cura Chambord (1835)

    Pascual Bruno (1838)

    Pedro el cruel (1839)

    Monseñor Gaston Febus (1839)

    El pájaro evasivo (1841)-

    Praxede (1841)

    Un alma por nacer (1844)

    Erminia (1845)

    El cura de Boulogne (1851)

    Las estrellas viajantes del comercio (1854)

    Mariana (1859)

    Un viaje a la luna (1860)

    Deseo y posesión (1861) 

  • Novelas y cuentos infantiles

  • El capitán Pánfilo (1839)
    Aventuras de Lyderic (1842)
    Las gachas de la condesa Berta (1845)
    La Juventud de Pierrot (1854)
    El rey de los topos y su hija (1858)
    Los dos hermanos (1858)
    Las manos gigantescas (1858)
    San Juan Nepomuceno y el zapatero (1858)
    El silbato encantado (1859)
    El hombre sin lágrimas (1859)
    El rey de los bolos (1860)
    La vanidosa (1860)

    Novelas


  • Impresiones de viaje: En Suiza (1833)
    Novelas de Impresiones de Viajes
    Actea (1839)
    Aventura de John Davys (1840)
    El maestro de armas (1840)
    Ascanio (1843)
    Georges (1843)
    El castillo de Eppstein (1843)
    Sylvandira (1843)
    Amaury (1843)
    Cecilia de Marsilly (1844)
    Los hermanos corsos (1844)
    Gabriel Lambert (1844)
    Los Tres Mosqueteros (1844)
    El conde de Montecristo (1845)
    Veinte años después (1845)
    La reina Margot (1845)
    La guerra de las mujeres (1845)
    El bastardo Agenor de Mauleon (1846)
    Las dos Dianas (1847)
    El vizconde de Bragelonne (1848)
    El tulipán negro (1850)
    La boca del infierno (1850)
    Dios dispone (1851)
    La paloma (1851)
    Olimpia de Cleves (1852)
    El salteador (1854)
    El capitán Richard (1854)
    Los mohicanos de París (1854-59)
    El paje del Duque de Saboya (1855)
    El horóscopo (1858)
    Las lobas de Manchecoul (1859)
    El tío la ruina (1860)
    Un lance de amor (1860)
    El hijo del presidiario (1860)
    Una noche en Florencia (1861)
    El conde de Moret (1865)
    El caso de la viuda Lafarge (1866)
    Creación y redención (1872)
    El doctor misterioso y La hija del Marqués.
    Quince días en el Sinaí (1839)
    Impresiones de viaje: Sur de Francia (1841)
    A la orilla del Rhin (1841)
    Un año en Florencia (1841)
    El capitán Arena (1842)
    El Speronare (1842)
    El Corricolo (1843)
    La villa Palmieri (1843)
    De París a Cádiz (1847)
    La Veloce (1848)
    Un Gil Blas en California (1852)
    Impresiones de viaje: El Cáucaso (1859)
    Impresiones de viaje: En Rusia (1860)
    El camino de Varennes (1860)

  • Novelas de horror


  • Llamó Los mil y un fantasmas a un grupo de
  •  historias que incluye:
    Fontenay de las rosas (1849)
    La mujer del collar de terciopelo (1851)
    El testamento de M. de Chauvelin (1850)
    La liebre de mi abuelo (1855)
    Una comida en casa de Rossini (1849)
    Los matrimonios del tío Olifo (1849)
    Historia de un muerto contada por él mismo (1844)

  • Aparte, otras obras de horror:

  • Crímenes Célebres (1839-41). No se trata de novelas.
    Historia maravillosa de don Bernardo de Zúñiga (1849)
    Capitán de lobos (1857). tal vez la primera novela sobre
  •  hombres lobo.
    Black (1858)
    La isla de fuego (1860)

  • Novela histórica

  • Blanca de Beaulieu (1826)
    Galia y Francia (1833)
    Isabel de Baviera (1835)
    La condesa de Salisbury (1839)
    El caballero de Harmental (1843)
    Una hija del Regente (1844)
    La dama de Monsoreau (1846)
    Los cuarenta y cinco (1847)
    José Bálsamo, o Memorias de un médico (1846)
    El collar de la reina (1849)
    La Regencia (1849)
    Los dramas del mar (1851)
    Ángel Pitou (1853)
    La condesa de Charny (1853)
    El caballero de la casa roja (1853)
    Los compañeros de Jéhu (1857)
    Los blancos y los azules (1867)
    El terror prusiano (1867)
    El Hombre de la Máscara de Hierro
    El caballero Hector de Sainte-Hermine (1869). Esta
  •  obra ha sido
  •  exhumada de los fondos de la Biblioteca
    Nacional de Francia y publicada por primera vez en 
  • 2005, gracias
  •  a la recopilación de Claude Schopp.

  • Novelas sobre Italia


  • Memorias de Garibaldi (1860)
    Los garibaldinos (1861)
    Los Borbones de Napoles (1862)
    La San Felice (1863-65)

  • Novelas sobre Rusia

  • La bola de nieve (1853)
    Sultaneta (1859)
    Jane (1859)
    La princesa Flora (1859)
    Mariana (1859)
    Jaime el desorejado (1860)
    El palacio de hielo (1860)

  • Novelas sobre episodios contemporáneos

  • La nueva Troya (1850)

  • Novelas biográficas

  • Napoleón (1840)
    Los Estuardos (1840)
    Juana de Arco (1842)
    Luis XIV y su siglo (1844)
    Los Médicis (1845)
    Luis XV y su corte (1849)
    Memorias de Talma (1850)
    Luis XVI y la Revolución (1850)
    El último rey de los Franceses (1852)
    Aventuras de un comediante (1854)
    Julio César (1855)
    Carlos el temerario (1857)
    Memorias de una favorita (1865)

  • Novelas autobiográficas

  • Mis memorias (1852-55)
    Historias de mis animales (1868)
    Bric-A-Brac (1861)
    Charlas o Causeries (1860)
    Historia de un lagarto (1867)

  • Teatro

  • Enrique III y su corte (1829)
    Cristina (1830)
    Antony (teatro) (1831)
    La torre de Nesle (1832)
    Catalina Howard (1834)
    Kean o "Desorden y genio" (1836)
    Don Juan de Maraña (1836)
    Piquillo (1837)
    Calígula (1837)
    Mademoiselle de Belle-Isle (1839)
    El conde de Hermann (1849)

  • Enlaces externos

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