KENNEDY F. JOHN
Kennedy, John Fitzgerald (1917-1963), presidente de Estados Unidos (1961-1963).
Kennedy nació en Brookline (Massachusetts) el 29 de mayo de 1917, segundo hijo del financiero Joseph P. Kennedy, que fue embajador en Gran Bretaña durante el gobierno de Franklin D. Roosevelt. Se graduó por la Universidad de Harvard en 1940, se dió a conocer con la publicación de la ampliación de su tesis universitaria sobre la falta de preparación de Inglaterra para la II Guerra Mundial. Participó en esta contienda como oficial de Marina y fue héroe de la guerra del Pacífico.
Éxito político inicial
De regreso a Boston se afilió al Partido Demócrata y se presentó con éxito a la Cámara de Representantes en 1946. Los votantes de Massachusetts le eligieron al Senado en 1952. En 1953 contrajo matrimonio con Jacqueline Bouvier con la que tuvo dos hijos. Durante su recuperación de una operación de la espina dorsal, Kennedy completó bosquejos biográficos de dirigentes políticos (1956), con los que obtuvo el premio Pulitzer en 1957.
Después de un intento sin éxito para obtener la nominación vicepresidencial en la lista de Adlai E. Stevenson en 1956, Kennedy comenzó a planear su presentación a la elección presidencial de 1960. Asumió el liderazgo del ala liberal del Partido Demócrata y reunió en torno suyo a un grupo de jóvenes políticos con talento, en el que se encontraba su hermano y director de la campaña Robert F. Kennedy. Obtuvo la nominación en la primera votación e hizo campaña con el senador de Texas Lyndon B. Johnson como compañero en las elecciones frente al vicepresidente Richard M. Nixon, nominado candidato republicano para la presidencia. Obtuvo la victoria en las elecciones por un estrecho margen de 113.000 votos sobre un electorado de 68.800.000, aunque no pudo disponer sino de una reducida mayoría demócrata en el Congreso. Fue el presidente más joven y el primero católico de la historia de Estados Unidos.
La 'nueva frontera'
El idealismo juvenil del nuevo presidente elevó las esperanzas de la nación. Una primera orden ejecutiva de la nueva frontera, como se autodenominaba la política del gobierno, estableció un cuerpo de paz de voluntarios estadounidenses en el extranjero.
En 1961, su primer año en el cargo, Kennedy fue criticado ásperamente por una serie de acontecimientos internacionales adversos. Heredado del gobierno anterior un plan secreto para derrocar al régimen cubano de Fidel Castro, Kennedy aprobó la invasión de Cuba en abril por refugiados que operaban con la ayuda de algunas agencias estadounidenses. El fracaso de la invasión en la bahía de Cochinos se convirtió en una frustración personal para el presidente. Después, en primavera, Kennedy consideró la posibilidad de enviar tropas a Laos, que estaba siendo amenazado por insurgentes comunistas. Voló a Viena en junio para entrevistarse con el primer ministro soviético Nikita Jruschov y ambos acordaron un la neutralidad de esta cuestión, surgiendo, en cambio, el problema de Berlín. Cuando se levantó el muro entre los sectores occidental y oriental de Berlín en agosto, Kennedy respondió enviando un contingente militar a la ruta terrestre hacia Berlín para reafirmar los derechos de acceso. Las tensiones de la guerra fría se agravaron cuando la Unión Soviética envió el primer hombre al espacio en abril y realizó pruebas nucleares en la atmósfera en septiembre.
Crisis cubana de los misiles
En otoño de 1962 comenzaron a circular rumores de que se estaban construyendo en Cuba misiles nucleares soviéticos. En octubre, un reconocimiento aéreo confirmó que se estaban instalando misiles de alcance medio, por lo que el 22 de octubre el presidente anunció su intención de establecer el bloqueo naval alrededor de Cuba para evitar la llegada de material soviético que pudiera hacer operativos los misiles y exigió que la Unión Soviética desmantelara las bases descubiertas. Los contactos entre Jruschov y Kennedy se desarrollaron a través de canales diplomáticos. El 28 de octubre Jruschov accedió a las demandas estadounidenses; Kennedy interrumpió el bloqueo y dio garantías de que Estados Unidos no invadiría Cuba. La retirada soviética se consideró un triunfo personal del presidente.
La política exterior de Kennedy tuvo mejores resultados en 1963. Durante un triunfal viaje a Europa fue calurosamente recibido en Berlín Occidental, donde prometió continuar su apoyo a la República Federal de Alemania. En junio pronunció un innovador discurso de política exterior en el que pedía el fin de la guerra fría. Las dos superpotencias acordaron establecer un 'teléfono rojo' entre Moscú y Washington, para facilitar la comunicación inmediata en el caso de crisis que pudieran resultar fatales. En julio se llegó a un acuerdo con la Unión Soviética y Gran Bretaña sobre un tratado de prohibición de pruebas nucleares. Estos hechos se vieron empañados por el empeoramiento de la situación en Vietnam del Sur, donde Kennedy había enviado 17.000 soldados estadounidenses en ayuda de un régimen inestable acosado por la corrupción y una creciente insurgencia comunista.
Política latinoamericana
Respecto a América Latina, Kennedy propugnó cambios en la política tradicional de Estados Unidos hacia los Estados latinoamericanos. En varios discursos señaló la necesidad de apoyar el desarrollo económico de los países latinoamericanos, bajo sistemas democráticos, en un contexto regional en el que el éxito de la revolución cubana -asentada tras la fracasada invasión de bahía de Cochinos- contaba con numerosos simpatizantes en América central y meridional.
En agosto de 1961 se celebró en Punta del Este (Uruguay) una reunión del Consejo Interamericano Económico y Social (CIES) en donde había delegados de todos los países miembros de la Organización de Estados Americanos (OEA), incluida Cuba (representada por Ernesto Che Guevara). En esta reunión se aprobó la creación de la Alianza para el Progreso (ALPRO); en el texto oficial de su constitución se establece su objetivo general: "mejorar la vida de todos los habitantes del continente"; para ello se proclamaron varias medidas de carácter social (educación, sanidad, vivienda…), político (defendiendo la formación de sistemas democráticos, según el principio de autodeterminación de los pueblos) y económico (limitación de la inflación, mejora de la balanza de pagos, siempre bajo la iniciativa privada). Para garantizar estos objetivos, Estados Unidos se comprometía a cooperar en aspectos técnicos y financieros. La opinión pública recibió con entusiasmo esta declaración, pero el programa fracasó debido a que, tras el asesinato de Kennedy, sus sucesores limitaron la ayuda financiera estadounidense en América Latina, prefiriendo acuerdos bilaterales en los que primaba la cooperación militar.
Asuntos nacionales
Kennedy tuvo problemas en el Congreso de Estados Unidos, donde sus propuestas más importantes para el estímulo económico, la reforma fiscal, la ayuda a la educación y un bienestar ampliado quedaron obstruidas. Tuvo mejor suerte con sus acciones ejecutivas, persuadiendo a importantes compañías siderúrgicas para que dieran marcha atrás en los aumentos de precios en abril de 1962 y estimuló la carrera para llegar a la Luna. Kennedy respondió enérgicamente contra los esfuerzos para frustrar la integración de los negros en las universidades de los estados del Sur amenazando incluso con el envío de tropas federales si no se cumplían las leyes antirracistas. Para reforzar los derechos civiles, Kennedy envió al Congreso un mensaje especial solicitando una legislación para acabar con la segregación en los servicios públicos y dar al Departamento de Justicia autoridad para llevar a cabo acciones en favor de la integración escolar. La mayor parte de sus propuestas fueron promulgadas en última instancia en 1964 en la Ley de Derechos Civiles.
Asesinato
En otoño de 1963 Kennedy comenzó a planificar su estrategia para la reelección. Viajó por todo el país alabando la mejora de relaciones con los soviéticos. El 22 de noviembre, mientras viajaba en un automóvil descapotable por Dallas (Texas), Kennedy recibió varios disparos en la cabeza y en el cuello, a consecuencia de los cuales falleció. Una comisión encabezada por el presidente del Tribunal Supremo Earl Warren (Comisión Warren), llegó a la conclusión en septiembre de 1964 de que el único asesino había sido Lee Harvey Oswald, antiguo soldado estadounidense. Oswald, que fue detenido horas después del asesinato en un cine próximo, fue asesinado dos días después por el propietario de un bar nocturno de Dallas, Jack Ruby, mientras era conducido desde la ciudad a la prisión del condado. Investigaciones posteriores sugirieron la firme posibilidad de que a Kennedy le dispararan al menos dos francotiradores, de frente y por detrás, lo que confirmaba las impresiones de la mayoría de los testigos oculares. Se identificaron varios posibles promotores del magnicidio, incluida la mafia y los exiliados cubanos descontentos. En 1991, el director cinematográfico Oliver Stone recogió esta teoría como base de su film JKF.
John F. Kennedy fue enterrado en el Cementerio de Arlington.
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